Voy regresando de una marcha de
cientos, miles de rostros, tristes,
dolidos, hartos …
pidiendo paz
Tuve un impulso muy grande de escribir y desahogar esta frustración y coraje …
y escribí
¡Que nos pasó,?
¿ En que momento cambiamos tanto?
Como pasó?
Si las cosas mas simples eran tan divertidas, patear el bote, esconderte y salvar a tus compañeros de juego o el “burro castigado” en plena calle.
Sin ningún sobresalto,
A excepción del silbido agudo del carrito de los plátanos azucarados y el camote con miel de piloncillo, estacionado en la esquina de la calle y junto a él, el policía de la colonia vigilante y amable, siempre cuidándonos
Esto terminaba cuando la voz de mamá asomaba a la ventana sin barrotes para avisarnos que era hora de dormir y poner fin a los juegos
A los padres se les respetaba,
obedecía y nuestros padres hacían lo mismo con mis abuelos
El único miedo que teníamos era a lo obscurito, a reprobar y a las tarántulas del parque
Ibas a la escuela sólo y regresabas sólo, podías ir al cine sólo o con amigos, nada pasaba, en la matinée veías películas de gángsters y pensabas que eso solo pasaba en el cine,.
Recuerdo haber visto cuando el destino nos alcance y nunca, nunca me imagine que algún día nos alcanzaría
En dónde nos desviamos, en que momento nos perdimos …
cuando nos abandonó el alma,
como dejamos que nos envenenara el mal
Como nos ganó esta ausencia de valores, de honestidad, de unión familiar e indolencia por nuestros semejantes
Fue, quizás el cambio de lo simple a lo sofisticado, a la tecnología que nos abstrajo de la humanidad simple, que ayer fuimos
Y nos ha convertido en zombis que necesitan estímulos de enervantes y químicos, que otros promueven para enriquecerse
O estímulos materiales como: autos, casas, viajes, joyas … que sé yo
Marchamos como zombis, trabajamos 40, 50 años enloquecidos y después pasamos nuestros últimos años, gastando lo ahorrado en recuperar la salud perdida, por las años de excesos y abandono
Por Dios, quiero que regrese mi alma y volver a ser humano, quiero sentir vergüenza por mis faltas y por no ayudar a un necesitado, quiero que vuelva la honestidad como motivo de orgullo…
Quiero quitar las rejas de mi ventana y las chapas de mi portón, quiero sentarme en mi casa con las ventanas abiertas y disfrutar el anochecer de un tranquilo verano…
Quiero dejar a mi hija y a mis nietos:
Un mundo simple y común, con amor, esperanza, alegría, techo y comida para todos,
¡ Que solo piensen en el ser y no en el tener.!!
Quiero que regrese el alma de MÈXICO
Y tú, quieres …?
Entonces, comencemos hoy…!!!
Cada quien en su casa, con sus amigos y los amigos de sus amigos … debemos compartir esta inquietud hasta que contagiemos a
¡¡¡Todo México…!!!