jueves, 14 de junio de 2012

FENECIMIENTO PENTATHLETA


Copiado de Virtuoso Civico:  www.virtuosocivico.com/


  • Manuel Romero
Cumplir, vivir, morir

como hombre que ama y que piensa

y por mi patria,

mi fuerza y mi honor,

saludar mi bandera con amor.

Así, así...


Viendo un cielo más que gris, me abruma conceder que la grandeza de un verdadero titán sucumba ante la embestida de la indiferencia de adeptos y dirigentes que detrás de endebles disfraces de políticos de cuarta y estrategas de quinta, construyen el camino al camposanto de esta septuagenaria institución a la que socavan, y que en sus más gloriosos días -entre los cuarenta y los noventa- retó a la apatía como adolescente enjundioso.

Envuelta en un código de valores aún vigentes, forjó innumerables generaciones de valientes, disciplinados y gallardos hombres, mujeres y niños, que mediante el deporte bajo una férrea disciplina militarizada y un desarrollo cognitivo universitario, se consolidaron como mexicanos íntegros y preparados para defender a la Patria en todas sus dimensiones.
¿Qué diantres está hoy pasando?

Estimado lector, permítaseme enmarcar algunas de las situaciones que he conocido y observado personalmente. ¿Sabía Usted que existen fragmentaciones en el mando que propician el nacimiento espurio de clones bizarros de la estructura en múltiples zonas de la República? ¿Que hay un quebranto financiero? ¿Que la unidad nacional está al borde del colapso? ¿Que de universitaria no le queda más que el nombre? ¿Que el desconocimiento del mando nacional o de zona es una “metodología” de la que se vale el desertor embozado como pseudoinsurgente con la finalidad de justificar su movimiento separatista? ¿Que las filas están compuestas por grupúsculos provenientes de los remanentes históricos de legendarios cuadros? ¿Que la imagen ha sido deteriorada hasta el hartazgo? ¿Que los incomprensibles genios del cuartel general colocaron en el edificio de Sadi Carnot un remedo de centro de ejercicio bajo techo llamado “GYM”? ¿Que existe una tienducha de sexta, en la que se respira un ambiente de crueldad a la historia, se escuchan gritos de desesperación económica y se observan las mezquindades aspiracionales de algún par de militantes? ¿Que las pulgas y las ratas brincan de gusto al ver sangre nueva dentro del cuartel? ¿Que la belleza de los dos edificios permanece opacada por la poca luminosidad que su magro alumbrado y espíritu de conservación generan? ¿Que el hedor a perro muerto y garnachas es la constante en el entorno del Centro de Mando Nacional? ¿Que es a ritmo de zamba o de rumba como se desarrollan las legendarias reuniones del Estado Mayor Nacional?

No está por demás recordar la televisada pérdida del Internado y el Cuartel de Caballería, cuando como viles “paracaidistas” (rateros de tierras) fuimos lanzados a la calle por guardias presidenciales; que en veintidós años una terna de ilustres caballeros ha encarnado el horror de la presunta responsabilidad de llevar sobre sus lomos la dirigencia nacional del Pentathlón; que una tediosa lisura ha marcado a los legendarios inmuebles; o que el temor de organizar los Juegos Pentatletas se deriva del albur financiero (con probabilidades de 0 a 10) de salir avante de tal enmienda.

Éstas y otras situaciones anómalas conforman la receta perfecta para la decadencia de lo que no merecería morir. Nos dice el ideario que actuemos como si todo dependiera de nosotros. ¡Muchachos, no tomen esto tan a pecho! ¡No significa que todo haya de salir de nuestros bolsillos! El significado es más intenso y se dirige a asumir la responsabilidad de nuestros actos y que nuestro proceder sea sensato y sesudo; que no idealicemos nada porque el éxito también embriaga y la desmesura de nuestra vesania puede hundirnos en la boñiga de nuestra necedad.

He de disculparme sólo con los íntimos, no proferiré palabra alguna que busque concordia entre el actuar de quienes no lo sean y mi decir. Que la estéril ironía, la displicencia y el vomitivo liderazgo no nos demoren más, y que asimilemos que la única opción en nuestro camino ha de versar sobre cómo renovar la estructura, los modos, los medios y las figuras del glorioso Pentathlón.

No es necesario que mis detractores instauren un Consejo de Honor en mi contra para denostarme por el agravio que les causo. Mejor que acusen recibo de mi mensaje y eleven sus oraciones hasta agotar las instancias celestiales que les otorguen un segundo de lucidez práctica, a fin de que sus mejores esfuerzos estén a la altura del Premio Nacional del Deporte de 1995.

Espero que los verdaderos ejemplos de deportistas, políticos, sociólogos, ingenieros, administradores, artistas y demás profesionales retomen con orgullo los ideales y los colores originarios, haciéndose partícipes de un verdadero proceso de renovación e integrando a su descendencia en las filas de los miembros en activo.

Un proyecto económico sustentable como la UAG -Alma Mater de la Zona Jalisco- es un arquetipo que como asociación civil es de alta factibilidad. Lo que aquí destaca es la redención del espíritu universitario; la instauración de un modelo de vanguardia educativa a través de la formación en valores y disciplina; la presencia en medios, redes, gobierno y sociedad; la modernización de formas y métodos de instrucción deportiva; la recuperación de la participación de los egresados para colaborar ordenadamente y bajo proyecto definido; y la instauración de modelos de evaluación por objetivos.

En el Pentathlón no es admisible seguir posponiendo la instrumentación de un proceso conforme a protocolo para el relevo de las dirigencias de carácter nacional y estatal, y en general de todos los puestos, de manera que se permita que personas frescas con nuevas ideas puedan ejercer las responsabilidades correspondientes superando gratuitos agravios y discrepancias. Me viene a la mente la palabra “fünf” (“cinco” en alemán), espero que sea número cabalístico de concordia.

A continuación ofrezco algunas reflexiones a manera de propuesta concreta.

El inmueble de Sadi Carnot de 5,000 metros cuadrados puede servir como sede del mando nacional, a la vez que como colegio con niveles de secundaria y preparatoria, donde se fomente una educación con disciplina y apego a los valores de los códigos existentes. Asimismo, bajo la figura de “Internado Sección A” pueden cursarse carreras universitarias de alta demanda prospectista, vinculadas a programas de financiamiento público y privado, y seguro de estudios. Esto conlleva replicar el modelo en las sedes del interior de la República.

Es muy importante el acercamiento con las autoridades incumbentes para la gestoría mediante proyecto económico sustentable, y para el financiamiento del proyecto piloto. En este tenor, deben definirse acuerdos con las distintas secretarías de estado y con la iniciativa privada para el lanzamiento de los centros de estudios bajo estándares mundiales, de modo que se garantice la formación de profesionistas que sirvan a la comunidad y que gocen de distinguida reputación.

En cuanto a la redención del espíritu universitario, no ha existido desatino mayor que la laxitud traducida en el olvido de la esencia universitaria. ¿Cuántos egresados existirán del Pentathlón? ¿Cuántos son universitarios? Si hubiese la estadística, creo que el resultado revelaría una inconsistencia entre el decir y el hacer.

Se requiere una participación activa que logre colocar a los pentatletas en ámbitos sustantivos del país, con presencia en los quehaceres que la agenda nacional imponga, a saber: auxilio a la sociedad civil en casos de desastres; escenificación de actos cívicos trascendentes; campañas publicitarias sobre la esencia del PDMU (Pentathlón Deportivo Militarizado Universitario); atención de centros de intervención en materia de crisis y adicciones; y servicios de salud a sectores de mayor vulnerabilidad con egresados y practicantes.

Si el Dr. Simi encarna una unidad económicamente rentable, ¿qué alcances no podría lograr la UMPDMU (Unidad Médica del Pentathlón Deportivo Militarizado Universitario)? Según recuerdo fueron estudiantes de medicina sus fundadores, por lo que creo que tendría mayor valía el colocar como pie de reconstrucción a esta rama de la ciencia.

En lo que se refiere a la capacitación impartida por el PDMU, el espectro es amplio: centros de instrucción para jefes de seguridad de instalaciones y de defensa personal para oficiales de seguridad; campamentos de verano donde se inculquen valores; formación de maestros músicos certificados como instructores de bandas de guerra, maestros licenciados en cultura física, maestros certificados en ceremonial militar y cultura cívica en el marco de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, y guías culturales en materia de riqueza patrimonial de México y símbolos patrios.

En este contexto, deben promoverse recitales que difundan cultura, lo mismo que obras que enaltezcan el civismo y el patriotismo. Esto es algo que bien puede desarrollarse en los patios de los edificios. Asimismo, es preciso responder formativamente a la demanda de servicios médicos y psicológicos, de asistencia legal y médico odontológicos. El propósito es que el Colegio Nacional del Pentathlón provea al país de profesionistas honestos y competentes -historiadores, ingenieros, médicos, abogados et alia-, y que como institución sea inspiración de negocios que den sustento y contribuyan a la construcción de una Patria próspera, impulsando ideas con viabilidad logística y económica. Mientras tanto quítese la referida tienducha, ¡apesta!

En lo que respecta a la modernización de las formas y los métodos de instrucción deportiva, pudiéramos decir que Soraya es un buen ejemplo de lo que el deporte y la disciplina son capaces de lograr. Es fundamental un Centro de Formación en Deportes Olímpicos, que al ser parte de la CONADE, acceda a través de ésta al presupuesto deportivo del que se disponga en el país, y que cuente con una clínica de especialización en medicina deportiva, así como con instructores de tiempo completo para la formación de nuevos talentos deportivos nacionales.

Debe recuperarse la participación de los egresados y que su imagen permee a la sociedad. ¿Cuántos de ellos son ejemplo de éxito? ¿Qué peso comunitario ejercen? ¿Cuántos de ellos darían su talento por servir a la Patria y al Pentathlón? Úsese este éxito, reconózcase su atinada inserción social y difúndase la honorabilidad que la formación de pentatletas conlleva.

La instauración de modelos de evaluación por objetivos es sustantiva, pues lo que no se mide no se puede justipreciar. La instrumentación de formas de verificación del cumplimiento de objetivos específicos es una herramienta moderna que permite conocer si la participación de un integrante del equipo está alineada con el objetivo general de la organización, o bien si su habilidad satisface el cumplimiento del cargo que ejerce. ¿Por qué no instaurar,entonces, formas y medios que permitan evaluar a dirigentes e integrantes? Nadie está hablando de democracia, partidocracia o plutocracia evaluativas, sino de métodos eficientes que permitan conocer la realidad del ejecutante, lo que responde a una pregunta del tipo de si el médico sabe cómo tratar determinada enfermedad. La respuesta positiva sería “sí”, pero si se establece que es “no”, o peor aún que “medio sabe”, entonces este medico deberá de sujetarse a un proceso de regularización de sus aptitudes cognitivas, o bien tomar un camino diferente y permitir que alguien capacitado ocupe el puesto que él ejercía.

Concluyo con el tema del proceso y protocolo para el relevo. ¡Qué legendarios tiempos donde se escuchaba que por veinticinco años o más, un dirigente soberano y pudiente conservaba el grado mayor y la jerarquía única estatal de unidades o zonas completas de la República! Es hora de que por reglamento interior, el mando de las unidades, jefaturas y demás nombres de puestos útiles, tenga una vigencia en la que desde el nombre hasta sus ideales primarios se proclamen como periodos estatutarios de cinco años. Y mediante un proceso que pudiera llevar la impronta del Vaticano, ¿por qué no dar oportunidad a que el mejor posicionado dentro de la élite de mando llegue mediante consenso a ocupar tal o cual dirigencia? Por supuesto siempre y cuando cumpla con los requisitos que marque el código en relación con el grado superior universitario, la reputación, el estado físico y mental, etcétera.
La virtud de recomponer el estado catatónico degradante que guarda la institución, deberá de ejercerse desde la conciencia del Comandante General y Jefe Nacional del Pentathlón Deportivo Militarizado Universitario A.C. Sea cual fuere su nombre o su tiempo, sírvase Usted, Señor Jefe Nacional, reconocer el estado actual, y actué como si de Usted dependiera lo aquí expuesto.

Manuel Romero
Manuel Romero, es egresado de la Universidad Autónoma de Guadalajara como Licenciado en Administración de Negocios, además de pertenecer a la Academia de Policía y Vialidad del Estado de Jalisco, en la Licenciatura en Seguridad Pública.

Actualmente se desempeña como colaborador en áreas de seguridad privada de empresas globales, desarrollando protocolos, estudios, control de operaciones, y educación en seguridad. 

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